SMINT
Una pequeña venganza hacia todos los porteros de discoteca.
Y encima estratégica para Smint.
2015 es el año en que le devolvemos a Smint dos cosas que nunca
debió perder: el posicionamiento “Sin Smint, no hay beso” y el
sentido del humor. La punta de lanza de la campaña es el spot de TV
donde, lo admitimos, nos vengamos un poco de la cantidad de veces
que nos han dejado fuera de una discoteca por llevar el calzado
equivocado.
2015 es el año en que le devolvemos a Smint dos cosas que nunca debió perder: el posicionamiento “Sin Smint, no hay beso” y el sentido del humor. La punta de lanza de la campaña es el spot de TV donde, lo admitimos, nos vengamos un poco de la cantidad de veces que nos han dejado fuera de una discoteca por llevar el calzado equivocado.