Nos hemos criado en grandes agencias del país como DDB, SCPF,
DraftFCB,
Ogilvy, Grey o Atlético. Been there, done that. Hace 17 años
decidimos
emprender un camino distinto y crear una agencia en la que
el valor
estuviera en las personas y no en las acciones.
Hoy en día somos ricos, mirad:
En 14 años de historia, La Fábrica de Sombreros ha desarrollado proyectos de toda clase. En cada uno hemos aportado nuestra visión.
— Estrategia y concepto
En el pasado estuvo trabajando para SCPF y DraftFCB, donde conoció a grandes maestros y mejores personas. Ha trabajado en cuentas como Vueling, IKEA, El País, BMW, Ayuntamiento de Barcelona, Editorial SM y Kraft, entre otras. Un buen día se levanta creyendo que sí, que las cosas se pueden hacer de otra manera y funda La Fábrica de Sombreros. Desde entonces, ha sumado al proyecto a personas singulares con poderes extraordinarios. Como licenciado en Humanidades siempre ha querido estar cerca de la cultura: durante años combinó su faceta diurna como creativo con la nocturna como programador de conciertos de Jazz y eventos culturales para el grupo Mas i Mas (Jamboree, JazzRoom, La Boîte...). En general, cree que es un gato atrapado en un cuerpo de humano. Con gafas.
— Productor Multimedia
Se define como un 4x4 del diseño y la programación online. Estudió en la Escuela Superior de Diseño e Ingeniería de Barcelona (Elisava), donde realizó también un Máster en Interficies Interactivas. Inició su carrera en DraftFCB y donde trabajó durante varios años para cuentas como SEAT, Converse, Deutsche Bank, General Óptica, JVC, Cutty Sark, Abanderado y Cacaolat, entre otras. Tras recorrer media Asia en bicicleta y pasar una temporada afincado en Londres como freelance, decide volver para fundar La Fábrica de Sombreros junto a Eduardo y Pep.
— Redactora creativa
Raquel tiene merecida fama de perder las llaves y de hacer lo posible por estar en varios sitios a la vez haciendo varias cosas a la vez.
Lo primero solo sirve para tomarle el pelo. Lo segundo tiene algunas utilidades más. Raquel puede, por ejemplo, pensar un claim para un juego de mesa sobre rusos mientras acaba un sales folder, habla por teléfono y cronometra una cuña de radio a ver si dura o no veinte segundos (y busca las llaves debajo del sofá, pero eso no va a confesarlo).
No en vano actualmente combina tu trabajo como creativa en La Fábrica con colaboraciones como seccionista en Rac1, dramaturga y directora de teatro underground y como animadora sociocultural, productora vital y madre en general de sus tres hijos. Sí: el karma es una cosa muy fuerte: tanto le gustaba hacer varias cosas a la vez… que tuvo trillizos.
— Diseñador gráfico
Tenía 12 años cuando su madre profetizó que sería diseñador gráfico, tras ganar un concurso de carteles de Greenpeace. Él, no su madre. Años después pasa la adolescencia como buenamente puede. Más años después se inicia en la agencia de publicidad DRAFTFCB, diseñando para Deutsche Bank, General Óptica y Daikin. Cansado de la frialdad de las multinacionales, da el salto al diseño editorial en el estudio Feriche&Black; allí se dedica en cuerpo y alma a diseñar las revistas Ling, Nox, Room y Playboy. En 2010 se incorpora a La Fábrica de Sombreros, donde se ha convertido en una pieza clave. Ya lo decía su madre. Le gusta el surf y tiene un huerto ecológico, muy Greenpeace todo.
— Director creativo
Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la UAB y Máster en Artes Digitales por la UPF, Ferrero empezó su actividad profesional en las agencias del Grupo DDB: Interactive DDB, Tribal DDB y Rapp Collins DDB. Posteriormente entró en DraftFCB, donde conoció al núcleo fundador de La Fábrica de Sombreros. Ha trabajado para BBVA, La Caixa, Deutsche Bank, Credit Suisse, ABN Amro, Direct Seguros, Bayer, Almirall, Sony, Fira de Barcelona, Volkswagen-Audi España y Hendrick's, entre otros. Hubo un tiempo en que cultivaba dos pasiones, la publicidad y la batería. Hoy una se ha comido a la otra y la batería ha desaparecido de su vida, pero los viejos rockeros nunca mueren: volverá. Su bisabuelo trabajó en una fábrica de sombreros.
— Director de arte
Ricard es un heavy de L´Hospitalet y tiene una banda que haría sonrojar a tu madre. Es un oldtimer, ya nació viejo: camina con flow antiguo y es propietario de un monovolumen. Desde muy pequeño cultivó el gusto por lo atronador y lo estético. A partes iguales. Estudió Dirección de Arte en la escuela IDEP de Barcelona y ha pasado por agencias como Rapp Collins/DDB, DRAFTCB, S,C,P,F. y Odisea Barcelona. Ha trabajado para clientes como Volkswagen, Honda, la Caixa, SM, Fournier o Kraft. Su tiempo libre es muy importante porque todo lo que hace en él es importante: juega con su hijo, dibuja a plumilla, hace ruidos y planea cosas. Ha discutido sobre la vida con el operador de cámara de “El Resplandor”, un respeto.
— Director de arte
Se inicia como diseñador en la agencia de publicidad Epigram, en São Paulo. En 2008 es expulsado de Brasil por agotar todas las reservas de cachaça del país y se traslada a Barcelona para hacer un Máster en Dirección de Arte y un Postgrado en Coolhunting, ambos en la Universitat Ramon Llull. Se incorpora a Common Sense y después a OgilvyOne. Tras años de samba, sudor y lágrimas adquiere gran experiencia como creativo y diseñador, tanto en el ámbito offline como el online. Que se lo pregunten a Nestlé, la Caixa, Antàrtida Films o a Landwell PwC. Se siente cómodo trajinando con programas de diseño, pero un boli, un papel y un rincón para pensar le convierten en el tipo más feliz del mundo. Paladín del criterio, coolhunterísimo y melómano. Deja caer que es brasileño para ligar pero no sabe jugar a fútbol.
— Directora de servicios al cliente
Licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas por la UAB. Hija única por sus padres. Su trayectoria profesional empieza en Delvico. Después vinieron Grey, Road y Atletico International. Trabaja mucho y muy bien. Hace trabajar mucho y muy bien. ¿Clientes? Todos. Por destacar alguno: Carbonell, Colhogar, Indo, Maheso, RBA, Agbar, Škoda y SEAT. Su madre sigue sin creer que “La Fábrica de Sombreros” sea el nombre de una empresa. Nosotros tampoco. Cristina es puntillosa. Puntillosísima. Todavía no está conforme con la redacción de este texto. Lo repetiremos, Cris. Palabra.
— Director general
Es un ser inquieto por naturaleza. Licenciado en Bellas Artes, compositor y bajista de muchas y muy diversas bandas de música, publicista accidental pero fundamental. La trayectoria vital de Sergio está llena de vasos comunicantes. Su visión, por tanto, es siempre transversal y nada convencional. Será por eso que funda UBIC en el 96, empresa pionera en interactividad y multimedia. Más tarde se convierte en Director Creativo de Draft Barcelona y, posteriormente, en Director Creativo Ejecutivo en DraftFCB. Es un padre de familia despeinado, por eso le gusta tocar la batería con su hijo, discutir novelas con su hija y crear una bonita editorial educativa junto a su novia: Posa't un conte. Sergio es capaz de dibujar un círculo a mano alzada o dirigir un equipo de treinta personas con una sonrisa en la boca. Como tantos otros miembros de La Fábrica de Sombreros, sus máximas virtudes son la no convencionalidad y la capacidad de trabajo. Siempre ha sido un gran capitán porque no le ha importado limpiar la cubierta con los grumetes. Lleva pendientes y anillos, junto a sus pelos locos, no han sido nunca un problema para que se le hayan otorgado grandes responsabilidades. Será porque lo que tiene en medio de las orejas vale la pena. O mejor dicho, vale un potosí. Entre sus clientes cabe destacar: Oreo, Smint, Fontaneda Digestive, Matutano, Cacaolat, JVC, Deustche Bank, Flora o Hendricks.
— Director Financiero
Ciertamente Alberto Echávarri empieza su carrera profesional por el principio. Dicho esto y dado que el susodicho prefiere mantenerse en el anonimato, aprovechamos este espacio para comprobar cuántos lectores tiene Alberto. Creemos que no serán muchos: no porque no sea un tipo interesante –que lo es– sino porque la gente lee cada vez menos. Es un problema. En fin, tú has sido de los pocos elegidos que está leyendo esto, así que contacta con nosotros y te enviaremos un regalito. No hemos pensado nada, pero algo se nos ocurrirá. En serio: ve al apartado de contacto y dinos que has leído esto. Ojo: no se lo cuentes a nadie más, porque el texto regalacosas perdería gracia. Y ahora acabamos con una frase sobre Alberto para despistar a aquellos listos que solo leen el final. Tiene una enorme proyección en el ámbito de la macroeconomía.
— Supervisora de Cuentas
Imagínate una niña pequeña escribiendo aplicadamente en su cuaderno. Imagínate que le dices, con voz de falsete: “¿Tu qué quieres ser de mayor, ricura?” Imagínate que la niña levanta la cabeza, achica los ojos y te suelta con voz ronca: “¿Yo? Pirata”. Esa es la niña que fue Nat.
Al crecer buscó una universidad de corsarios, pero si existía, no la encontró. Así que se puso a pensar en qué profesión podría satisfacer su sed insaciable de adrenalina, que le viene de familia. Y parece que como ejecutiva de cuentas tiene la dosis de trepidancia vital que necesita en su día a día.
Aun así, siempre que puede, se escapa a practicar esquí o windsurf, para tener contenta, tranquila y en forma a su niña pirata interior.
— Directora de cuentas
Ojo con la capacidad organizativa de Marta. Ojo. Empezaréis teniendo una conversación relajada sobre, yo que sé, que se acerca San Juan y sin que te des cuenta te habrá concepturalizado una verbena temática con listas sobre lo que hace falta traer organizado por categorías y alfabéticamente. ¡Y te habrá ordenado el armario de las especias de paso!
De pequeña quería ser profesora o Beyoncé, pero por suerte nos topamos en su camino y la tenemos en nuestras filas. Como ejecutiva de cuentas ha trabajado para Cacaolat, Atrápalo y CaixaBank entre muchos muchos muchos otros… Si no la encuentras delante del ordenador búscala en alguna cala de la Costa Brava.
— Ejecutiva de cuentas
Joana nació en Oporto. Según ella, es por eso que su organismo cuenta no con uno, sino con dos centros neurálgicos: por un lado, el cerebro y por otro, el estómago.
El primero le permite organizar, ordenar, tematizar y categorizar a niveles de Marie Kondo, así como consumir numerosas series coreanas y elaborar montones de listas, sobretodo de restaurantes y cafés.
Y el segundo la lleva a visitar, metódica, implacable y feliz, todos los restaurantes y cafés que ha apuntado en esa lista.
En su trabajo como ejecutiva de cuentas usa ambos con gran sabiduría y de forma indistinta. Nunca le discutas a una portuense la importancia de una boa comida.